La importancia de medir la densidad aparente en el control de calidad de la fase de prensado de baldosas cerámicas
La porosidad de los soportes cerámicos recién prensados determina en gran medida el comportamiento de las piezas crudas durante su proceso, y por tanto sus propiedades finales de pieza cocida. Controlar esta porosidad durante el prensado es esencial debido a la dificultad para medirla directamente, por ello, se mide la densidad aparente como magnitud física para supervisar esta etapa. A iguales propiedades físico-químicas del polvo atomizado, la densidad aparente depende de la presión de prensado y la humedad del polvo. La relación entre estos parámetros se representa en diagramas de compactación, ampliamente utilizados para controlar la operación de prensado.
Diagrama de compactación
La presión de prensado idónea, establecida y controlada por el técnico o sistemas automáticos, depende de la composición y la humedad del polvo atomizado, el cual, proveniente de silos de almacenamiento, se descarga en los alveolos del molde con una humedad del 4-7% para ser compactado a presiones entre 350-500 Kg/cm2. El objetivo en esta fase es lograr la máxima densidad aparente en crudo para una sinterización óptima y desgasificación compatible durante la cocción, resultando en productos con menor absorción de agua y mayor estabilidad dimensional. El control de la producción en el prensado busca por tanto mantener una densidad aparente constante a la salida del secadero en todo el lote, garantizando dimensiones estables en las piezas cocidas. Además, también es importante conseguir una distribución homogénea de la densidad aparente en todo el volumen de la pieza para evitar defectos en la fase de decoración y asegurar una contracción uniforme en el horno, evitando descuadres finales.
Mapa de distribución de densidad obtenido mediante rayos X
En conclusión, la inspección de calidad de la pieza prensada debe incluir necesariamente una completa y precisa medida de la distribución de densidad aparente en toda la pieza. Afortunadamente desde hace ya varios años gracias a diversas investigaciones y desarrollos realizados en ITC-AICE, se ha introducido en el proceso de fabricación de baldosas cerámicas el control de calidad mediante inspección por rayos X, técnica que es capaz de aportar de forma ágil y eficaz un mapa completo de distribución de densidad, espesor y carga en todo el volumen de la pieza.